Poco a poco se han ido ratificando el análisis y los pronósticos que la izquierda hizo sobre el carácter continuista del gobierno Santos, que en lo estratégico estaba llamado a profundizar las líneas fundamentales del uribismo; así mismo, muchos sectores de la “opinión pública” comienzan a salir del hechizo y reconocen en los cantos de sirena del estilo “decoroso” del presidente, solo el refinamiento del neoliberalismo y la ultraderecha que necesitaban reacomodar las cargas domésticas al igual que en el plano internacional, a fin de destrabar el modelo del atolladero en que lo dejó Uribe Vélez.
Ahora, con el camino despejado, pretende hacer un trabajo expedito de reformas y reestructuraciones que desde lo financiero y lo administrativo hagan más eficaz y eficiente el modelo neoliberal, en detrimento de los derechos sociales de las masas humildes. Justamente uno de los ejes de esta estrategia es la ley de Sostenibilidad Fiscal, que restringe severamente la destinación de recursos para la financiación de las responsabilidades sociales del Estado, limitadas así por la disponibilidad presupuestal según los planes privatizadores estipulados en el Plan Nacional de Desarrollo.
De aquí se derivan, en buna medida, los conflictos que ya emergen por la privatización de las universidades públicas, la reforma pensional, la reestructuración de ministerios y de entidades públicas como el DNE, DAS e INPEC, entre otras cosas, que en poco tiempo exigirán de los sectores populares y sus organizaciones en todo el país iniciar procesos de protesta y movilización para enfrentar las políticas del Gobierno Santos.
Los presos políticos, desde ya, nos declaramos en pie de lucha y solidarios con las jornadas de movilización que se aproximan, y hacemos un llamado a la articulación y construcción de acciones unitarias que nos permitan triunfar ante esta arremetida de la oligarquía y del capital financiero.
Particularmente, queremos en esta coyuntura, articular las reivindicaciones de los presos políticos y del movimiento nacional carcelario con las luchas del pueblo, a partir de las consignas contra la criminalización y judicialización de las protestas sociales, contra la persecución a la oposición política; por la paz con justicia social y la salida dialogada del grave conflicto social y armado que vive el país. En el entendido que los presos políticos somos luchadores populares, revolucionarios y gentes sencillas que necesitamos su solidaridad para ser tratados dignamente y recuperar la libertad, y así mismo, en el entendido que ante un Estado fascista y autoritario todos los sectores populares siguen siendo susceptibles de poner más mártires y presos en este duro proceso de resistencia.
Por ello, consecuentemente, pedimos respaldar nuestra lucha por la aprobación de una Rebaja de Penas con motivo del Bicentenario de la Independencia; participar con carácter crítico y humanista en el debate de reforma a la justicia; y por el derecho a participar propositivamente en el proyecto de reestructuración del INPEC para conquistar reivindicaciones que dignifiquen el trato a los presos de Colombia y sus familias.
COLECTIVO DE PRESOS POLÍTICOS ANTONIO NARIÑO
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